Y así verás lo bueno y dulce que es amar.

sábado, 7 de agosto de 2010

La ilusión se convertía en realidad por el simple hecho de que se experimentaba... Si los sentimientos podían experimentarse, eran reales. Ante la posibilidad de que toda ilusíon estuviera basada en la realidad, ¿sería cierto que la ilusión y la realidad eran, simplemente, coexistentes?
Respiré profundamente y me dejé ir. Me relajé. En mi mente empezó a formarse una imágen, a navegar por ella... ¿Qué era lo que estaba viendo? ¿Era real, o la estaba fabricando yo? Intenté no polemizar con mi mente, deseé poder observarla con el ojo de mi corazón.

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