La ciencia existe básicamente como una búsqueda
de Dios y el comienzo. La Iglesia existe básicamente
como un árbitro entre Dios y el hombre.
¿Y si las auténticas respuestas están dentro
de cada uno de nosotros, dentro de esas almas
que no se atreven a buscar en el interior
de sí mismas por miedo a ser consideradas egoístas?
Nada es más importante que mirar
dentro de uno mismo y estar centrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario