Y así verás lo bueno y dulce que es amar.

martes, 22 de marzo de 2011

Una hora

UNA HORA. Una hora entera. LLoré, pensé. Quería llorar, quería gritar. quería callar.
quería. quería. quería.
Bronca e impotencia camufladas en las lágrimas que caían de mis ojos. Lágrimas y más lágrimas. Y gritos, gritos que decían; no doy máás! Porque me negaba, y me niego, a soportar tanta injusticia, tanta ignorancia. Me niego a aceptarla. Les falta mucho danonino a estos pibitos.. y no sé si eso si quiera alcanzaría. Lo dudo. No puede ser que a esta altura sigan resolviendo los problemas así.. No se dan cuenta que el problema que pretendían resolver se multiplica y se hace más enorme. Pero no! Ellos tienen la posta de todo, y SII- te dicen- yo lo estaba defendiendo!-
Ahora.. me gustaría preguntarle de qué carajo lo estaba defendiendo porque eso sí que no me cierra. Pero bueno, una hora digamos como que me alcanzó para descargar gran parte de la bronquitis que tenía adentro. Chau se fue. O algo así.

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