Tengo muchas ganas de llorar.
Pensamientos que surgen a cada segundo, pero pensamientos que no se comparten. No se dicen, no se expresan. Quedan quietos en la cabeza, un tiempo -el tiempo que ocupan mientras son pensados- y luego.. luego qué pasa? Si no se dicen, si no se escriben, si no se expresan y se dicen en voz alta, qué pasa? Siguen siendo pensamientos acaso? Se olvidan.. y para qué fueron pensados? Para ser luego olvidados? O mas bien para poder ser expresados?
Es triste pensar que se olvidan. Pensamientos tan conmovedores, tan interesantes y, quién sabe, tan revolucionarios.. tan solo desvanecen. Vuelan, corren, se deslizan.. no sabemos cómo.. se van. Y nadie nunca los recuerda. Nadie piensa en ellos.
Cuántas veces has pasado por esto Yo? Cuántas veces tus pensamientos se han ido sin siquiera haberte puesto a pensar en ello y, menos alfigirte por ello? Cuántas veces, Yo? Y ahora estás cansada.. ahora piensas que vas a protegerlos, no los vas a dejar ir. Ahora quieres expresar cada uno de ellos. No sos la clase de personas que no les molesta arrepentirse de cosas que no hicieron aunque quisieron y tuvieron la oportunidad. Esta es tu oportunidad.
Quizás el conflicto, expresado de la manera que sea -pelea, angustia, menosprecio, odio, desesperación (en este caso), arrepentimiento, desamor, etc.- no sea tan malo como solemos etiquetarlo. Pensar que nos lleva a algo mejor, a la revolución, a la manifestación -o al menos al deseo- de algo nuevo; de algo bueno. Podríamos decir que sin el conflicto, no habría cambios, no habría evolución.
A pensar!
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